¿Qué hacen los veterinarios en un festejo taurino?

Sobre este tema ya hice un análisis hace poco en nuestra página web, pero la grabación en vídeo de mi mensaje de cara a la manifestación del 13 de mayo en Madrid, parece que ha despertado cierta «inquietud» o «malestar» en algunos veterinarios que viven a tiempo parcial de la tauromaquia e incluso creo que ha servido para argumentar la viñeta que ilustra esta entrada.

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El mundo del toro justifica la presencia de los veterinarios en los festejos taurinos como una manera de garantizar los derechos de los espectadores y la pureza de la fiesta.

En algunos casos la función de los veterinarios comienza antes del traslado de los animales al municipio en el que serán utilizados, o mejor dicho maltratados, en lo que se llama «señalamiento de las reses», que se realiza en las mismas ganaderías.

Así mismo estarán encargados de certificar que las instalaciones en las que se celebrarán los festejos cumplen con las normativas y reglamentos, y de que en las plazas en las que hay desolladeros existe el material necesario para el reconocimiento «post mortem» de los cadáveres.

ACCIONES PREVIAS A LA LIDIA:

• Los veterinarios deben de estar presentes durante el desembarque de los animales, certificando que las condiciones del transporte han sido las adecuadas. Es importante reseñar que durante su transporte los bovinos de lidia pueden perder, según estudios taurinos, entre un 3%-4% de su peso total. Además, en muchos otros estudios de las mismas características se reconoce el enorme estrés que esta situación provoca en estos animales. En realidad podemos afirmar que el transporte de reses de lidia incumple las normativas europeas sobre traslado de animales si éste dura más de ocho horas.

• Recogida de las guías de movimiento y sanidad, y de los documentos de identificación y los certificados del libro genealógico.

• Pesaje de los animales para que cumplan, según el tipo de festejo y la categoría de la plaza, lo estipulado en los reglamentos.

• Reconocer a los animales 24 horas antes del festejo excepto en las plazas portátiles: se revisan las defensas, el trapío (cuernos, musculatura, capas o pelos, morfología externa) y la utilidad para la lidia, así como su calificación sanitaria. Posteriormente, el día del festejo, se realiza un nuevo reconocimiento para certificar que los animales no han sufrido ningún tipo de merma y pueden participar en el espectáculo. También reconocerán a los caballos 10 horas antes del festejo certificando que están libres de enfermedad, de lesiones, que están convenientemente domados, que no existe dopaje y que cumplen los pesos que establece el reglamento.

DURANTE LA LIDIA:

• Asesoramiento al presidente del festejo sobre el comportamiento de los animales, y si por alguna circunstancia se considera que deben ser devueltos a los corrales. El veterinario le da su valoración al Presidente y será éste el que decida si el toro o novillo se devuelve o no. Si el animal ha tenido un comportamiento anómalo en la plaza, en el análisis post-mortem se tomarán las muestras precisas para realizar pruebas de dopaje.

• Atención a los caballos de los picadores si han sufrido algún tipo de lesión durante el tercio de varas. No tienen obligación de atender a los caballos de rejoneo.

ACCIONES POSTERIORES A LA LIDIA

• En función de la categoría de la plaza y de las instalaciones de las que disponga: reconocimiento post-mortem de los animales lidiados. Lesiones que se le han provocado e integridad de sus defensas. Si la plaza tiene desolladero y los animales han sido faenados allí, el veterinario debe hacer un reconocimiento de las vísceras y supervisar el trabajo de los matarifes. Si la plaza no tiene desolladero se ocupará de poner los precintos para el traslado al lugar de faenado. Si el veterinario sospecha que alguno de los animales se ha comportado de forma extraña, podrá tomar las muestras necesarias para su análisis posterior. También, si hay sospechas de manipulación de las astas (afeitado), el veterinario podrá solicitar el análisis biométrico de las mismas. Evidentemente esto no ocurre prácticamente nunca. Un ejemplo de novillos dopados en una plaza de toros en la que los servicios veterinarios no consideraron oportuno tomar muestras para control anti dopaje fue documentado en este vídeo que ha sido eliminado por youtube. Desde nuestra asociación mandamos este escrito al colegio de veterinarios de Valladolid y se nos contestó que no observaban ninguna irregularidad. Tocaba reparto de gafas o de otra cosa que me abstendré de mencionar. Otro ejemplo son los documentos gráficos de toros y novillos afeitados, un fraude del que el mundo del toro y los veterinarios nada quieren saber.

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Desde AVATMA hemos documentado que en algunas poblaciones en las que se instalan plazas portátiles, el sangrado de los animales que han sido muertos durante el festejo se realiza en la misma vía pública. También hemos documentado que se sangran animales en la vía pública que fueron simplemente aturdidos tras un festejo popular como se puede ver en las fotos.

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Sobre la carne de bovinos lidiados podemos decir que es un auténtico despojo, un subproducto, carne de sufrimiento, y que tiene un Real Decreto propio en el que se especifica cómo debe tratarse y comercializarse. El mundo del toro consiguió que se le quitara la calificación de «baja tablajería» y se la otorgara una similar a la que tiene la carne de caza.

Creo importante aclarar que el sector veterinario, de forma mayoritaria, no está alineado con el maltrato animal, y que son una minoría los que trabajan, a tiempo parcial, en plazas de toros en festejos reglados y en festejos populares. Otra cosa es que de forma mayoritaria la profesión veterinaria se pronuncie públicamente contra este tipo de prácticas, pero no me cabe duda de que cada vez seremos más los que lo hagan.

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José Enrique Zaldívar Laguía.

Presidente de AVATMA

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