Cómo actúan y porqué se descargan las Betaendorfinas

HECHOS DEMOSTRADOS Y CONTRASTADOS EN PUBLICACIONES CIENTÍFICAS SOBRE CÓMO ACTÚAN Y POR QUÉ SE DESCARGAN LAS BETAENDORFINAS (OPIÁCEOS ENDÓGENOS)

De todos ellos podemos deducir que cuanto más daño sufre un organismo, mayor es la descarga de estas hormonas, lo que nos hace pensar que podemos utilizar estas sustancias para medir el grado de sufrimiento como hacemos en el caso de la lidia del toro.

Existen muchos más datos científicos que corroboran nuestra conclusión, y que les haré llegar si con lo recogido en este documento no es suficiente.

  1. A mayor cantidad de lactato en sangre, mayor incapacidad para metabolizarlo, lo que es indiscutiblemente una manifestación clínica de inadaptación para realizar un ejercicio físico. Esta circunstancia provoca la descarga de betaendorfinas.
  2. Las betaendorfinas se producen en altas concentraciones cuando hay un ejercicio de alta intensidad asociado a niveles de esfuerzo mayor. Se relaciona como causa de la descarga de estas hormonas la acidosis metabólica. Esto quiere decir que cuando el pH de la sangre se mantiene en valores normales, compatible con el equilibrio fisiológico, no hay descarga de endorfinas.
  3. En estudios comparativos sobre determinados ejercicios físicos en diferentes especies, se comprobó que los no entrenados previamente para realizarlos descargaban una gran cantidad de betaendorfinas, mientras que los entrenados no lo hacían. A medida que el sobreesfuerzo iba siendo mayor, la producción hormonal aumentaba proporcionalmente.
  4. La acumulación de betaendorfinas en ratas con quemaduras del 20% de su cuerpo, produjo un índice de supervivencia menor provocado por shock.
  5. Los fragmentos de betaendorfinas (1-25) y betaendorfinas (1-26) tienen una alta afinidad por los receptores del dolor, pero son prácticamente inactivos a nivel de analgesia, e incluso establecen una competitividad entre ambos, es decir, son antagonistas.
  6. Los enfermos con hipertensión pulmonar obstructiva tienen niveles más altos de betaendorfinas que los del grupo control no afectado por esta enfermedad.
  7. La inyección de formalina en ratas de laboratorio en sus patas traseras provocó un aumento de betaendorfinas en su sangre del 88%, lo que puede relacionarse con una respuesta del organismo ante situaciones que le provocan dolor y su respuesta al mismo.
  8. La medición de altos niveles de betaendorfinas son considerados como indicadores y marcadores de sufrimiento fetal.
  9. La inyección de betaendorfinas en ventrículos cerebrales de gatos, producen excitación psicomotriz (inquietud, aprensión, locomoción), dilatación pupilar y temblores. Los gatos afectados son incapaces de perseguir objetos.
  10. Los niveles de betaendorfinas en enfermos con insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal son elevados.
  11. Las betaendorfinas circulantes en situaciones de estrés pueden tener efectos negativos. En situaciones de estrés grave, como una intervención quirúrgica, la presencia de endorfinas puede estar implicada en una menor tasa de supervivencia en los pacientes.
  12. En tumores fibroquísticos mamarios de la mujer, se encuentra una gran cantidad de betaendorfinas, y parece ser que estas hormonas están implicadas en el crecimiento de estas neoplasias.
  13. Las betaendorfinas están implicadas en la depresión respiratoria.
  14. Los niños autistas con esterotipias tienen altos niveles de betaendorfinas.
  15. Cuando un organismo no es capaz de adaptarse al ejercicio, hay un aumento exponencial de betaendorfinas y de ACTH, que se descargan de manera simultánea.
  16. Ante una disminución de los niveles de oxígeno y el aumento de dióxido de carbono, se inician en el organismo respuestas cardiovasculares, pulmonares y neuroendocrinas, que incluyen la liberación de ACTH, vasopresina y betaendorfinas. La hipoxia potencia la respuesta refleja hormonal a la hipovolemia.
  17. La acidosis y posterior hipoxia durante el parto provoca una importante descarga de betaendorfinas en el feto.
  18. La apnea de sueño en bebés y lechones esta mediada por betaendorfinas, que son las inductoras de la depresión respiratoria.
  19. La hipoxia fetal en ovino provoca la descarga de betaendorfinas.
  20. En individuos con golpe de calor, provocado por un ejercicio físico intenso en condiciones de alta temperatura, que lleva aparejada una insuficiencia cardiorrespiratoria, se descargan grandes cantidades de betaendorfinas.
  21. Las betaendorfinas están implicadas en la depresión cardiovascular en perros en estado de shock. Los niveles de betaendorfinas en estos animales, en este estado se elevan a 3.200 pcgr x ml.
  22. Pacientes humanos con estenosis mitral tenían altos niveles de betaendorfinas y más altos aún si la lesión valvular iba acompañada de fibrilación auricular. La resolución quirúrgica de esta patología, devolvió a la normalidad los niveles de betaendorfinas que tardaron más en normalizarse en aquellos pacientes que mostraban fibrilación auricular.
  23. La disminución del volumen circulante provoca liberación de ACTH, cortisol, betaendorfinas, renina angiostensina y aldosterona.
  24. La hemorragia provocada en ratas de laboratorio, con una pérdida de volumen de 2,2 ml x kg durante 20 minutos, activó la descarga de betaendorfinas.
  25. En casos de hipovolemia e hipotensión en porcino y équidos, se produce la descarga de betaendorfinas.
  26. La pérdida de sangre en ratas provoca que las betaendorfinas cuadripliquen su valor, que la adrenalina (Epinefrina) aumente 50 veces y que la noradrenalina (Norepinefrina) aumente 20 veces.
  27. Cuando hay inmunosupresión (el estrés la provoca) e inflamación hay descarga de betaendorfinas.
  28. Los niveles de betaendorfinas se elevan considerablemente en niños nacidos en estado crítico, pero aún más en los que padecían hiperglucemia. Cuando se normaliza la glucosa en sangre se normalizan los niveles de betaendorfinas.
  29. El acumulo de grandes cantidades de betaendorfinas en el núcleo paraventricular de ratones es perjudicial para la vida.
  30. Niños y animales sometidos a diferentes tipos de cirugías, tenían los mismos niveles de betaendorfinas antes y después de la operación, pero durante ésta, las betaendorfinas se elevaron más en los que fueron sometidos a operaciones más agresivas.
  31. En animales y seres humanos sometidos a traumas diversos, de diferente intensidad y gravedad, las tasas más altas de betaendorfinas se determinaron en aquellos cuyo trauma fue más severo.
  32. Los niños con estrés clínico tienen altos niveles de betaendorfinas.
  33. Monos sometidos a estímulos estresantes, mostraron una gran descarga de betaendorfinas, que era menor en aquellos que habían pasado por una experiencia previa.
  34. Estudios realizados durante el transporte de équidos, concluyeron que, las betaendorfinas y la ACTH, son unos excelentes marcadores del grado de estrés, y que disminuyen conforme los animales se adaptan al mismo. El cortisol se mantiene en valores constantes durante todo el trayecto dado que su descarga es muy rápida.
  35. El shock hemorrágico provoca la activación inmediata del sistema opioide como respuesta al estrés.
  36. La activación del sistema opioide agrava las respuestas hemodinámicas e inflamatorias tras los traumatismos por el estrés que éstos provocan.
  37. Hay estudios que afirman que las betaendorfinas descargadas en situaciones de estrés no tienen poder analgésico.

José Enrique Zaldívar Laguía.

Presidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT)

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