Iniciamos este trabajo en el que iremos analizando un gran número de ganaderías, de las denominadas de lidia.
Para su elaboración hemos investigado quienes son sus propietarios y si realmente viven de este negocio: la crianza de este tipo de animales para su utilización en festejos taurinos en plaza, o en festejos populares.
No te resultará extraño encontrarte con la compraventa de fincas, de hierros ganaderos y, de una parte, o de la totalidad de la ganadería.
Era y es habitual, aunque ahora en menor medida, que un ganadero mande a todos o a una parte importante de sus animales al matadero, para comprar otros ejemplares con el objetivo de “refrescar” o “renovar” sus líneas de sangre. ¿La razón? Adaptarse, en cada época, a los gustos de los toreros, de los empresarios taurinos y de los aficionados. De hecho, es el propio mundo del toro de lidia el que ha acabado y está acabando con eso de lo que tanto hablan y que dicen que hay que preservar la riqueza genética de sus castas y de sus encastes.
Según los datos que nos ofrece el Ministerio de Agricultura, en diciembre del año 2022 había en España 840 ganaderías de lidia. Según los datos del Ministerio de Cultura eran 1.331
La diferencia en las cifras puede deberse a que una misma explotación tenga varios hierros ganaderos, que un ministerio contabiliza y el otro no. Aunque así sea, que no lo sabemos, la diferencia nos parece exagerada.
Aprovechamos la ocasión para pedirle al ministerio correspondiente que actualice los datos.
Cuando hablan de la aparición de una nueva ganadería, de un nuevo proyecto, de un nuevo “aventurero”, en realidad se trata de explotaciones ya existentes que cambian de propietario y de nombre, o de la fragmentación de una en dos o en varias. Hemos documentado que, actualmente, hay varias hierros en propiedad de la UCTL, que los venderá, si es que encuentran comprador, al mejor postor o al que tenga los méritos exigidos para hacerse con ellos.
Hemos constatado la reducción del número de fincas que dedican una parte de su espacio al bovino de lidia y la desaparición de muchas ganaderías, algunas por impagos y delitos de corrupción. Aunque las cifras oficiales del Ministerio de Cultura no lo recojan, sí lo hace el de Agricultura: si en 2009 había 1.136 ganaderías, ya has visto las que había en 2022, 840.
Hemos recabado información de las páginas de las diferentes asociaciones ganaderas y de los portales de negocios a los que hemos tenido acceso. De estos últimos hemos recogido la que ofrecen con carácter gratuito que, evidentemente, no es toda la que contienen. Además, hemos incluido reportajes sobre las ganaderías y noticias que nos han parecido interesantes para documentar nuestros informes.
Verás que las páginas de determinadas comunidades autónomas promocionan este tipo de explotaciones. Además, algunas ganaderías tienen sus propias páginas web en las que ofrecen sus diferentes líneas de negocio, que no son sólo la crianza de estos animales.
Toda la información que ofrecemos es de carácter público. Las cantidades de horas que hemos invertido para hacértela llegar son incontables, y no íbamos a decirlo, pero lo decimos: nadie ha subvencionado este trabajo.
Podrás ver ciertos datos económicos, aquellos que corresponden a las subvenciones que reciben de la PAC (Política Agraria Común). No hemos podido recoger las de todos los años, desde 2003 a 2022, como nos hubiese gustado.
La página del Ministerio de Agricultura solo permite acceder a los años 2021 y 2022, y la de FarmSubsidy nos ha permitido, hasta hace poco, ver los datos de los años 2018-2022. Desgraciadamente, mientras hacíamos el trabajo, los han restringido a los años 2021-2022 (cuestiones de protección y privacidad); por eso verás ganaderías que tienen el histórico completo de 2018-2022, y otras en las que sólo aparecen los de 2021-2022. Las subvenciones de años anteriores, en los casos en los que las hemos recogido, las teníamos de cuando, en 2018, hicimos un primer estudio de aproximación, muy incompleto, sobre este tipo de ayudas europeas. Este dinero lo reparten las comunidades autónomas.
No pienses que las reciben por criar bovinos de lidia, sino que lo hacen, aunque con cierta dependencia de la actividad agrícola y ganadera que desarrollen, por el número de hectáreas y de diversos criterios de valoración que, la Unión Europea, ha ido modificando a lo largo de los años en función, dicen, de prácticas beneficiosas para el medio ambiente; en nuestra opinión de forma poco acertada. Estas ayudas tampoco dependen del número de animales que son explotados en cada finca, aunque se mantienen, de forma relativa, lo que llaman “derechos adquiridos” o “pago básico”, que tienen en cuenta el número de vacas madres y los nacimientos.
Estos son algunos de los conceptos que se tienen en consideración para el reparto de este tipo de fondos europeos:
“Régimen de pago básico”, “pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente”, “clima y medio ambiente”, “agro ambiente y clima”, “agricultura ecológica”, “ayuda asociada voluntaria”, “medidas contra las perturbaciones del mercado”, “ayuda a zonas con limitaciones naturales u otras limitaciones específicas”, “inversiones en el desarrollo de zonas forestales y mejora de la viabilidad de los bosques”. Además, existen ayudas específicas al cultivo de algodón, arroz, vino, aceite…
En realidad, estas subvenciones las seguirían cobrando si no tuvieran toros, novillos, becerros, becerras y vacas de esta raza bovina. De hecho, en muchas fincas crían, además, otras especies: porcino (fundamentalmente ibérico), otros bovinos, caprino, ovino, equinos, aves, y cultivan cereales, leguminosas (incluyendo o no arroz), semillas de oleaginosas, algodón, vino, e incluso comercializan madera…
Es importante apuntar que, en el año 2021, muchas de estas ganaderías recibieron ayudas por la pandemia, recogidas en las partidas de la PAC, al no haberse podido celebrar festejos taurinos, como las recibieron, además, por parte de los gobiernos autonómicos. El concepto de este pago era: “ayuda temporal excepcional destinada a los agricultores y a las pymes especialmente afectadas por la crisis de COVID-19”. ¿Las recibiste tú, si es que tienes o tenías un negocio que no pudiste abrir?
Otro apunte, que verás reflejado de forma habitual en estos análisis: miles de hectáreas dedicadas a la actividad cinegética, que también son subvencionadas por la PAC. Algunos ganaderos de lidia son propietarios de numerosos cotos de caza.
Este dato es muy interesante porque los problemas sanitarios que tienen, especialmente el de la tuberculosis, se deben a la transmisión de esta enfermedad desde las especies “salvajes” (lo ponemos entrecomillado porque son ellos las que las crían para matarlas), que conviven, “puerta con puerta”, con las domésticas, entre las que están los bóvidos de lidia. En muchas ocasiones, el alto índice de contagios ha obligado a lo que se denomina “vaciado sanitario”: mandar al matadero a todos o gran parte de sus animales. Sus quejas sobre este problema, que ellos mismos generan, son constantes. Los vaciados sanitarios no son gratuitos, los pagamos todos los ciudadanos. Los pagos que reciben de la PAC, también.
Son muchas las ganaderías que están a nombre de sociedades, anónimas y limitadas, comunidades de bienes e incluso sociedades de transformación agraria. Algunas de esas sociedades están a nombre de otras. Hay empresas, titulares de ganaderías que, a su vez, lo son de otras sociedades, que también reciben subvenciones de la PAC. También las hay a nombre de particulares, de herederos, de hermanos, de hijos de, de viuda de …
Las subvenciones europeas forman parte, en un alto porcentaje, de los ingresos de este tipo de explotaciones agroganaderas. Nos atrevemos a decir que muchas no existirían sin ellas.
No pienses que todas esas sociedades tienen nombres relacionados con la actividad que, supuestamente, desarrollan. Las hay a nombre de constructoras, de inmobiliarias, de empresas manufactureras y de muebles, de empresas de restauración, de marqueses, de condes … ¿Qué? Sí, eso hemos dicho. Lo verás si lees nuestros reportajes.
En las páginas de negocios, hemos accedido a la información “parcial” de los consejos de administración de esas sociedades, y a las participaciones que sus consejeros tienen en otras empresas que, en numerosas ocasiones, no tienen nada que ver con el negocio agroganadero. Es curioso, pero ocurre: los propietarios de las ganaderías que están a nombre de una sociedad, no aparecen o no les hemos encontrado, en los consejos de administración de esa empresa, lo que ha dificultado enormemente el análisis de los datos. Lo hemos solventado como hemos podido. Somos conscientes de que, si no pagas, la información a la que puedes tener acceso es limitada.
Otra dificultad con la que nos hemos encontrado es la “manía” que tienen muchos medios taurinos, de poner sólo un apellido tras el nombre de la persona que estás documentando. Imaginad lo complicado que resulta seguir la pista de algunos de estos personajes si es que, además, tienen apellidos de los más habituales. Los hay que llegan a ponerse de primer apellido el segundo, el de su madre, porque suena más rimbombante o si quieres, más “ilustre”.
Si hay algo que prevalece en prácticamente todas ellas, es su presencia en el sector inmobiliario con sus diferentes líneas de negocio. Podríamos decir que, en vez de hablar de toros de lidia, deberían hacerlo de bienes inmuebles, de ladrillo y de fincas rústicas y urbanas que adquieren, venden, alquilan, enajenan …
Prácticamente, no existe actividad económica en la que no estén involucrados en mayor o menor grado. Podrás ver algún titular de estas explotaciones que aparece hasta en 150 consejos de administración. El cargo que ostenten en ellas es irrelevante: los hay que pasan de ser meros apoderados a administradores únicos, según los años que lleve en funcionamiento la sociedad.
Ahora se han puesto de moda las energías alternativas y aunque te suene raro, las estaciones de servicio, las gasolineras. Estas son algunas de las líneas de negocio a las que se han apuntado.
En muchos casos podrás conocer su objeto y su capital social, que oscila entre unos pocos miles a millones de euros. No hemos tomado en consideración sus epígrafes empresariales (CNAE) porque, en muchas ocasiones, nada tienen que ver con la actividad que realmente desarrolla la sociedad.
Hemos recogido, en los casos en que esta información es pública, los puestos de trabajo que generan estas empresas, que no tienen por qué estar relacionados con el objeto social o la actividad de la que hablamos. Si el presidente de la Unión de Criadores del Toro de Lidia (UCTL) dice que el sector da de comer a 60.000 familias en España, no está diciendo la verdad: ¿El sector? ¿Qué sector? ¿El de la ganadería? ¿El de la agricultura? ¿El de la caza? ¿El de las inmobiliarias? ¿El de la restauración? ¿Los de los otros negocios que tienen estos ganaderos?
Una constante es la endogamia y los vínculos que existen entre las diferentes familias ganaderas, a través de hijos, hermanos, primos, sobrinos, nietos… Apellidos “ilustres” que se mezclan por medio de matrimonios: Ybarra, Osborne, Domecq, Bohórquez, Aguirre, Tabernero, Galache, Cebada, Gago, Cobaleda, Núñez, Gallardo, Escobar, Escolar, Güell, Majeroni, Moratiel, Valdenebro, Astolfi, Prado, Colón, Carvajal, Eulate, Algarra, Cuadri, Aristrain, Sorando, Charro, Angoso, Peña, Catalán, Flores… Ilustres terratenientes y aristócratas con enormes propiedades, y caciques, que también los hay.
También verás muchos ganaderos que son empresarios taurinos, es decir, que explotan plazas de toros, algunas de su propiedad, y que son apoderados de toreros y novilleros. Sus euros pasan de mano en mano para volver al mismo sitio, a su bolsillo. No pienses que el toro de lidia une, ni que genera riqueza. Muchos mantienen sus ganaderías por esnobismo o por tradición familiar. Todavía “pinta” mucho ser ganadero de lidia en algunos círculos sociales. Eso sí, todos dicen que es un negocio ruinoso y poco subvencionado. Quieren más.
Tendrás acceso a los datos sobre el número de animales (toros y novillos) que estas empresas ganaderas vendieron para festejos en plaza, para su lidia, en los años 2022-2023, en los países en que la actividad es legal. Muchas de ellas, la mayoría, ninguno. Podríamos irnos más atrás en el tiempo, pero creemos que, con esos dos años, será suficiente para que puedas ser consciente del engaño.
Los datos de los animales que se destinan a festejos populares no podemos obtenerlos, pero, del mismo modo que algunas ganaderías “sólo tienen el festejo popular como línea de negocio”, vendiendo o alquilando toros, novillos, vacas, becerros/as, otras, incluso las de más renombre, disponen de animales para cualquier tipo de espectáculo. Las hay que “sólo se sostienen” con las capeas o poniendo animales en sus plazas de tientas para entrenamiento de profesionales taurinos, de alumnos de escuelas de tauromaquia, o para entretenimiento de aficionados.
Verás que puedes visitar las ganaderías subido a un remolque tirado por un tractor o algún “artilugio” más sofisticado, casarte, comer, beber, celebrar una comunión, una reunión con amigos, con compañeros de trabajo, ver un tentadero, una exhibición de acoso y derribo, maltratar a alguna vaquilla o algún becerro/a, y comprar vino, aceite, quesos o jamones y camisetas de recuerdo. Puedes, incluso, pasar la noche en alguna de ellas con pensión completa. Se adaptan al gusto del consumidor y a su poder adquisitivo. Como hemos apuntado, si quieres llevarte la escopeta, la muleta, el capote o el estoque, también puedes. En alguna puedes hacerte acompañar de tus palos para jugar al golf.
Oligarcas, terratenientes, aristócratas, caciques, empresarios de alto y bajo standing, algunas de las grandes fortunas de este y de otros países, famosos, famosillos, y tratantes de ganado, unos pocos veterinarios, profesionales taurinos, ex profesionales taurinos, “los del quiero y no puedo”, “cuentistas”, farsantes … Todo cabe en el mundo del toro de lidia, el del maltrato animal legalizado, aunque unos tienen en él más espacio y más prebendas que otros. Alguno dice que es el mundo más democrático que existe. Aquí te cabe el emoticono de la risa.
Un último apunte, común a todos ellos: la mentira y la queja, y en algunos casos, el fraude normalizado. Y sí, dirán que como en todos los negocios.
Si crees que te puede interesar la información que te ofrecemos, te invitamos a seguirnos en nuestra página www.avatma.org, en la que iremos publicando los análisis de casi todas las ganaderías. Sabrás quienes son sus propietarios y a qué se dedican. De algunas solo te ofreceremos el nombre, porque no habrá prácticamente nada más que ofrecerte.
Si alguna vez te has hecho esta pregunta: ¿por qué es tan complicado acabar con el maltrato animal legalizado, con la tauromaquia?, es probable que, cuando hayamos llegado al final de las entregas, tengas la respuesta.
AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal)
