INFORME VETERINARIO SOBRE LA UTILIZACIÓN DE UNA GATA (Felis silvestris catus) EN LA FESTIVIDAD DE LA GATA NEGRA DE CARASA (JUNTA DE VOTO) CANTABRIA.
Como veterinarios pretendemos, tras la elaboración de este informe sobre la naturaleza del gato y su comportamiento, que las autoridades implicadas reflexionen acerca de su postura como consentidores del uso de un animal en un evento peligroso, aversivo y cruel para él, y por lo tanto, cambien radicalmente de perspectiva a través del conocimiento y la empatía.
A su vez, este cambio de perspectiva les ayudará a elaborar futuras políticas que contemplen el respeto hacia los animales y su bienestar (en el caso que nos ocupa, gatos), más acordes con el siglo en el que vivimos y las demandas sociales actuales.
ORIGEN DEL GATO DOMÉSTICO (Felis silvestris catus)
Durante mucho tiempo el gato ha tenido una importancia relevante para las sociedades humanas como agente de control de plagas, por el valor simbólico que le fue otorgado por algunas culturas y como animal de compañía. Aún así, el proceso de domesticación y dispersión antropogénica temprana es poco conocido.
Según indica un estudio realizado publicado en la revista Nature Ecology & Evolution que ha utilizado ADN de gatos contemporáneos de Europa, Norte y Este de Africa y Sudeste de Asia, y restos de ADN de 200 gatos del antiguo Egipto, sitúa su origen hace más de 9000 años, siendo domesticados por los primeros agricultores de Oriente Próximo, realizándose su dispersión hacia el ‘viejo mundo’ a través de las rutas marítimas y terrestres.
Gracias a este estudio ahora sabemos que las poblaciones de Felis silvestris lybica (gato salvaje africano o gato del desierto) subespecie del Felis silvestris (gato montés Euroasiático) contribuyeron al grupo genético del gato doméstico o Felis silvestris catus en diferentes etapas de la historia.
En consecuencia, el proceso de domesticación aparentemente no ha alterado profundamente las características morfológicas, fisiológicas, conductuales y ecológicas de los gatos, contrastando con lo observado en los perros.
CARACTERÍSTICAS FUNCIONALES DE LOS ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS.
VISIÓN:
Los ojos de los gatos domésticos se encuentran situados frontalmente con un ángulo de visión de 220-280° (90-120 son de visión binocular). Poseen un umbral de visión unas seis veces inferior al de las personas, de modo que su visión nocturna es mucho mejor que la de los seres humanos y posiblemente que la del perro. En cambio, la AGUDEZA VISUAL del gato es ligeramente inferior a la de éste y posee cierta dificultad para enfocar correctamente objetos muy cercanos.
La visión es estereoscópica (excepto en el siamés) y dicromática(1).
Los felinos suelen tener problemas para ver con nitidez los objetos más cercanos: tienen dificultad para enfocar objetos que se encuentran a menos de 30 centímetros de sus ojos (1).
OÍDO:
Es más sensible que el del ser humano para sonidos de frecuencia elevada. La sensibilidad auditiva felina es máxima en el rango entre 1000 y 20.000 Hz. El umbral de localización del sonido es de unos 5º(1).
OLFATO:
La mucosa olfatoria posee una superficie total de unos 20 cm2. El bulbo olfatorio posee más células que el del ser humano pero menos que en el de los perros. Aparentemente la sensibilidad olfativa del gato es inferior a la canina, y esto puede estar relacionado con el hecho de que el gato no utiliza el olfato para cazar a sus presas, al menos como sentido principal para detectarlas, pero realiza la CONDUCTA DE FLEHMEN a diferencia del perro; adopta dicha conducta tras oler y tocar con la nariz y la lengua una determinada sustancia, sobre todo orina y secreciones (el fluido presente en cavidad bucal y en superficie de la lengua llega hasta el órgano vomeronasal a través de un mecanismo de succión)(1).
PELOS TÁCTILES o VIBRISAS:
Herramienta de comunicación que les sirve para cazar, explorar el territorio y hasta para expresar emociones.
Las vibrisas compensan las limitaciones de visión cercana, pues los gatos las giran hacía delante captando así estímulos táctiles que, cuando llegan al cerebro le proporcionan una imagen en 3D muy detallada de lo que tienen en frente. (2).
Extraordinariamente sensibles; aparentemente los mecanoreceptores situados en su base pueden detectar un desplazamiento del pelo de tan solo 5Å, al menos cuando dicho movimiento es contrario a la orientación del pelo. (1)
COMPORTAMIENTO
El gato doméstico es un animal territorial que desarrolla fuertes vínculos con el lugar que habita. Para los gatos la idea de tranquilidad se relaciona a un espacio conocido que consideran su territorio. Por esta razón, mientras menos paseos y salidas involuntarias experimenten más cómodos estarán (1).
La CONDUCTA SOCIAL del gato ha sido ampliamente estudiada, sugiriendo distintos autores que se encuentra vinculada a:
– Diferencias genéticas entre poblaciones.
– Experiencias durante las etapas tempranas de su desarrollo.
– El tipo de alimento.
– La distribución del alimento.
Siendo estos dos últimos factores los más importantes para la formación de grupos sociales relativamente estables cuando tienen a su disposición cantidades grandes de comida en un mismo lugar. Es decir, el gato muestra una conducta social cuando no le resulta necesario competir con el alimento (aunque pueden reaccionar de forma agresiva para alejar a los intrusos)
Si la comida no abunda y los gatos deben cazar sus presas, no se forman los grupos (aunque las hembras poseerán el rango de residencia).
No siempre se comporta como animal nocturno, distintos estudios demuestran que la acción depredadora se reparte durante la noche y el día, aumentando por tanto los hábitos diurnos con la domesticación.
Además, el gato parece ser el único animal doméstico capaz de mostrar en ocasiones una organización social más compleja que la de su antecesor salvaje (1).
ESTRÉS:
Puede ser definido como el ajuste extremo y anómalo de la fisiología y/o del comportamiento en respuesta a estímulos adversos prolongados o intensos (4).
La respuesta de un animal al estrés es generalmente el desarrollo de comportamientos para sobrellevarlo, tales como huir o esconderse. La capacidad del animal para sobrellevarlo varía con el individuo y el tipo de agente estresante. Lo impredecible del agente estresante puede inducir a un estado crónico de MIEDO y ANSIEDAD (4).
La respuesta de estrés más severa se da cuando el agente estresante es percibido como algo que no se puede controlar o de lo que no se puede escapar (4). Ésta es exactamente la circunstancia a la que se aboca a la gata (o gato) en ‘La Fiesta de la Gata Negra’.
En los gatos las experiencias aversivas debidas a: (estímulo aversivo es aquel que resulta desagradable para quien lo experimenta)
– Cambios en su entorno.
– Manipulaciones por parte de los seres humanos.
– Ruidos fuertes o no conocidos.
– Movimientos bruscos.
– Lugares y objetos novedosos.
– Proximidad de extraños en su espacio personal.
– Etc…
Se convierten en una fuente de ESTRÉS muy importante pudiendo dar lugar a la aparición de PROBLEMAS CONDUCTUALES por TEMOR o MIEDO, provocando una RESPUESTA PASIVA (sin agresión) o por el contrario una RESPUESTA AGRESIVA, pero intentando escapar tan pronto como les sea posible para posteriormente evitar por ejemplo, a la persona que le pretende manipular (evidencia manejo aborrecible para el animal). La predisposición hereditaria puede empeorar este tipo de conductas.
Un gato siempre se encontrará más a gusto y más seguro en su territorio, por lo que no le es favorable transportarlo desde su lugar de confort a otro desconocido para él.
Con respecto a las MANIFESTACIONES FÍSICAS, el estrés agudo provoca la liberación de epinefrina y norepinefrina por la activación de las ramas simpáticas del sistema nervioso autónomo.Esta liberación de catecolaminas puede ser disparada por varios estímulos diferentes, siendo la APRENSIÓN (miedo, temor) el estímulo más potente para su liberación (4). El desencadenante de la aprensión puede ser cualquier cosa no familiar para el gato que se presente de cualquier forma, incluyendo estímulos visuales, auditivos y olfatorios.
TRANSPORTINES & GATOS:
A los gatos no les resulta cómodo ser transportados a ningún lugar en ningún tipo de artilugio, recipiente o transportador (obviamente tampoco en un saco, como se ha venido realizando en anteriores ediciones de «La Fiesta de la Gata Negra»), pues en la mayoría de las ocasiones no están habituados o entrenados para ello.
Introducirlos les genera ESTRÉS, máxime si además tras haber sido utilizados en anteriores ocasiones (para ellos mismos u otros gatos que hayan sufrido angustia y miedo en su interior), quedarán impregnados de restos de olores y feromonas que les alertarán sobre la existencia de un supuesto peligro.
Además en el caso que nos ocupa, a través del transportín la gata/gato utilizado entra en contacto directo con estímulos visuales y sonoros desconocidos y amenazantes, encontrándose rodeada de un gran número de personas extrañas que la siguen y rodean, para que, finalmente, alguien coloque la jaula/caja en una posición vertical, abra la puerta y precipite literalmente al animal al vacío, en medio de una multitud excitada y ruidosa. Las imágenes del evento muestran como el animal se ve imposibilitado para girar en el aire lo suficientemente rápido y contactar con el suelo de una manera fisiológica, pudiendo provocarle esta forma irregular de suelta perjuicios a su salud, tales como conmoción, dolor, fisuras/fracturas de huesos, distensiones musculares e incluso daños en órganos internos.
Por todo esto podemos decir que el transportín utilizado actúa a modo de estímulo aversivo en «La Fiesta de la Gata Negra”.
Posteriormente si la gata tiene la ‘suerte’ de poder regresar a su hogar y habitan en él más gatos, su retorno puede ser traumático e incluso marcar negativamente la relación futura entre todos ellos, pues el propio estrés del animal más los olores extraños de los que se ha impregnado durante la celebración podrían desencadenar en los demás gatos reacciones de miedo y/o agresividad dirigidas hacia el primero, generándose así otro problema añadido para la vida y bienestar de la gata(5).
Cuando el gato vuelve a casa del veterinario | Etolia Etología veterinaria
Si no llega a su hogar y se pierde, la adaptación a un nuevo entorno es complicada existiendo la probabilidad de que otra población de gatos reaccionará violentamente contra ella/él, generando esta situación conflictos y disputas que pueden desembocar en la falta de acceso al alimento, peleas, aparición de enfermedades (las situaciones de estrés continuado provocan alteraciones del sistema inmune) e incluso la muerte.
- Según el ensayo realizado por Stella y cols., cuando los felinos son expuestos durante cinco días a FACTORES DE ESTRÉS impredecibles (incluyendo cambios en su rutina o entorno habitual), se produce un aumento significativo de las SICKNESS BEHAVIORS (conductas de enfermedad) que pueden incluir vómitos, diarrea, anorexia o disminución de la ingesta de alimentos y agua, fiebre, letargo, somnolencia, aumento de los comportamientos derivados del dolor, disminución de la actividad en general o alteraciones en las tareas cotidianas como acicalamiento e interacciones sociales (6)
También hay que ponderar la posibilidad de que el animal, en su huida despavorida y errática, corra peligro de sufrir un accidente y ser atropellado, poniendo en riesgo además la seguridad vial.
En definitiva, tras el análisis de las características funcionales y comportamentales del gato doméstico (Felis silvestris catus), animal utilizado en el evento «La Fiesta de la Gata Negra» de Voto, Cantabria, consideramos que esta celebración constituye un evento aversivo, peligroso y cruel para dicho animal, desde el momento en el que se le manipula para meterlo en el transportín, teniendo que permanecer durante un tiempo considerable encajonado, rodeado de estímulos sonoros, visuales y olfativos desagradables para él, se le suelta en un medio hostil , es arrojado al vacío sufriendo una caída tras la cual personas desconocidas que lo rodean intentan cogerlo hasta que finalmente, con suerte, pueda regresar a su hogar, pues le provoca angustia, miedo y estrés y además, podría inducir la aparición de dolencias físicas directa o indirectamente e incluso la muerte.
Por lo tanto, La autorización dada por parte de los propietarios y de las autoridades para su utilización puede considerarse un acto de negligencia y maltrato que debe ser corregido de inmediato.
Bibliografía
(1) Xavier Manteca, Etología clinica veterinaria del perro y del gato, 2ª edición.
(2) John Bradshaw, ‘Cat Sense’ Allen Lane, 2013
(3) Rosana Alvarez, etóloga, ETOLIA
(4) Griffin y Hume, 2006
(5) https://AVATMA.ORG/2017/06/07/gestion-etica-de-colonias-felinas-mediante-el-metodo-ces/
(6) Veterinaria forense – Investigaciones sobre crueldad hacia los animales, Melinda D. Merck
Firma el presente informe:
Anabel Marín García.
-Veterinaria, colegiada 357-Ca, vocal de AVATMA en Andalucía
En representación de los más de 475 veterinarios que forman parte de AVATMA
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