En el año 2016, y mediante un Real Decreto, fue prohibida la muerte de las reses de lidia en presencia de público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales de Castilla y León. Recordemos que el Toro de la Vega era la excepción al Reglamento Taurino de 1999 en dicha comunidad autónoma. Desde 2016 a 2021, una vez prohibido el alanceamiento del toro, el festejo pasó a consistir en un encierro por el campo, impidiéndose producir en el animal algún tipo de herida.
El 11 de enero de 2022 el Ayuntamiento de Tordesillas aprobaba la modificación de las Bases Reguladoras del Desarrollo del Inmemorial Torneo de la Vega, sometiéndola a información pública para que pudiera ser examinada y presentar las reclamaciones que se estimasen oportunas. La modificación aprobada consta de una introducción, nueve capítulos y cuarenta y tres artículos.
Lo que se pretende es un nuevo tipo de alanceamiento que no provoque la muerte del toro. En los artículos 28 y 29 del nuevo reglamento se dice que el alanceamiento será a cuerpo limpio y se llevará a cabo con una divisa que será clavada en la espalda del animal, entendiéndose por espalda la parte del toro situada entre el morillo (cuello) y el brazuelo. El máximo de divisas que podrán ser clavadas será de 7 y el número de lanceros que intervengan, a pie o a caballo, será de 50, armados cada uno de ellos con una lanza que llevará en su punta la divisa. Cada divisa consiste en un punzón o un doble de arpón de una longitud máxima de 80 mm (8 cm), de los que 30 mm (3 cm), como máximo, serán destinados al elemento punzante, que tendrá una anchura máxima de 16 mm (1,6 cm).

La modificación de las Bases Reguladoras del Torneo contraviene lo que recoge el artículo 19 del Reglamento de 1999, que dice: `en todos los espectáculos taurinos populares queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses´. Además, el Torneo de la Vega ha perdido su declaración de “tradicional desde tiempo inmemorial” por el cambio que sufrió hace seis años al prohibirse el alanceamiento. El mismo Consejo Consultivo de Castilla y León y el Ayuntamiento de Tordesillas reconocieron que la aprobación del Decreto Ley de 2016, que prohibía la muerte de las reses, dejaba vacías de contenido las Bases Reguladoras del Torneo de la Vega de 1999. Además, cualquier modificación posterior debería realizarse a través de una declaración por parte de la Junta de Castilla y León y no por un acuerdo del Ayuntamiento del municipio en el que se realiza el encierro actualmente.
El Real Decreto de 1999, en su artículo 2, apartado b, indica que en la celebración de cualquier festejo “el maltrato animal debe estar ausente”, y la nueva Base Reguladora del Torneo de la Vega, al admitir el uso de hasta 7 divisas, instrumentos cortantes y punzantes que se clavarán en los músculos del toro, evidencia la existencia de maltrato: dolor, heridas y contusiones. El tamaño de la divisa es el mismo que las de aquellas que se utilizan en toros y novillos en los festejos en plaza, que se clavan en su cuello (morillo) antes de salir al ruedo y que se adornan con cintas de colores propias de la ganadería a la que pertenecen. Provocan, según opiniones de veterinarios de plaza, heridas y trayectos de hasta 12 cm de profundidad, reconociéndose lo complicado que resulta su extracción en aquellos casos en los que un toro es indultado. Además, por la ubicación en que se reglamenta que deben ir clavadas y la dificultad que supondrá su colocación, se corre un alto riesgo de que puedan afectar a la zona torácica del animal, traspasar la pared muscular que cubre su tórax y provocar lo que se conoce como neumotórax, es decir, la entrada de aire dentro del espacio que se encuentra entre los pulmones y la cavidad torácica, que daría lugar a una grave insuficiencia respiratoria con colapso pulmonar, y que agravaría la ya existente por el ejercicio físico que se le obliga a realizar al animal durante el festejo. Este tipo de patología, de reconocida gravedad, se ha descrito por el uso de puyas y de banderillas en los festejos en plaza y se ha identificado en los estudios post mortem de toros y novillos lidiados.

La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal y la Fundación Franz Weber consideran que, en las normas que se pretenden aprobar, están presentes prácticas que conducen a la existencia de maltrato animal, por lo que dicho espectáculo no puede legalizarse de acuerdo con la normativa que regula los espectáculos taurinos populares en la comunidad autónoma de Castilla y León y solicitan, a través de las alegaciones presentadas, la paralización del procedimiento administrativo para la modificación de las Bases Reguladoras del Desarrollo del Torneo.
José Enrique Zaldívar, presidente de AVATMA
Anna Mulà, abogada de la FFW
Madrid, 21 de febrero 2022
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