AVATMA dice NO a las lidias incruentas (Vídeo y texto).

«Las lidias de toros sin sangre (incruentas) también son crueles».

Nelson Segura, ganadero colombiano, dice: «Sí, podemos llegar a un acuerdo y a un consenso de que hay que morigerar y aliviar un poco el sufri…, no el sufrimiento no, porque el toro no sufre, la parte sangrienta de la fiesta brava sí se podría morigerar».

«Morigerar»: «Templar o moderar los excesos de los afectos o acciones».

Si los taurinos quieren morigerar las corridas de toros, nosotros no debemos morigerar nuestras pretensiones. Los únicos beneficiados serán ellos. Los únicos perjudicados serán los animales. 

El proceso que está siguiendo la tauromaquia en Colombia podemos verlo como algo que puede pasar en un futuro no muy lejano en el resto de países en los que este tipo de espectáculos son legales.

El mundo del toro se ha dado cuenta de que su supervivencia pasa por «endulzar» los festejos en plaza, incluso haciendo desaparecer la sangre durante el desarrollo de los mismos, para hacernos creer que así se elimina el padecimiento físico y emocional de los animales. No es cierto.

Disminuir el sufrimiento de los animales les puede asegurar un nuevo público, y la aceptación de su actividad por una parte de la sociedad que actualmente la cuestiona de forma más o menos tibia. Puede suponer, ni más ni menos, la perpetuación de estas manifestaciones de maltrato animal con el argumento de una aparente ausencia de dolor en los animales.

Este tipo de lidias llaman a un nuevo público a los cosos taurinos. 

En nuestra opinión, el movimiento abolicionista de la tauromaquia o antitaurino, jamás debería aceptar este tipo de reformas, sean las que sean: disminución de la cantidad de sangre presente en los animales, en lo que el sector taurino lleva tiempo trabajando, o eliminación de la misma en su totalidad. 

Desde AVATMA, como asociación de veterinarios que trabajan por la abolición de la tauromaquia y del maltrato animal, ya hemos emitido informes técnicos en los que hemos puesto en evidencia el enorme padecimiento que sufren estos animales aun en el caso de que no sean heridos con las armas tradicionales de la lidia. Puya, banderillas, rejones, farpas, espada, verduguillo, y puntilla.

Las llamadas lidias incruentas, es decir, aquellas en las que los animales sólo son toreados con capote y muleta, sin pasar por el tercio de varas, el de banderillas y sin sufrir la «suerte suprema», su muerte pública en la plaza mediante el estoque, en ocasiones el descabello y la puntilla, pueden ser la tabla de náufrago para la salvación de la tauromaquia. El final de los animales será el mismo, aunque sea fuera de la vista del público, su muerte por diversión, y seguirán siendo criados con ese fin.

Nadie debe olvidar que, además de lo que se ve y sucede en el ruedo de una plaza, hay otras prácticas que provocan dolor y sufrimiento en estos animales de las que nuestra asociación ya ha informado puntualmente: el que se les inflige en las ganaderías, en su transporte y en los festejos populares. Y así seguirá siendo con las reformas que se puedan presentar en un futuro, y que una parte del mundo del toro no ve con malos ojos, para sobrevivir a la sensibilidad social que mayoritariamente está en contra de ellos. Los festejos en plaza, en España, han disminuido en los últimos 15 años un 60% y es la tónica general en el resto de los países: Colombia, Venezuela, Ecuador, México, Portugal y sur de Francia.

Si nos ceñimos exclusivamente a Colombia esto es lo que puede suceder en el plazo de dos años:

La Corte fija el término de dos años para que el Congreso regule la tauromaquia y demás eventos con animales. El alto tribunal no le dice al Congreso en qué sentido debe legislar. Esto significa que el legislativo podría promulgar una ley en la que confirme la prohibición de las corridas (de hecho el ministro Juan Fernando Cristo dijo que el Gobierno presentará un proyecto en esta vía), o en la que quede establecido que están permitidas (lo que el Congreso ya había dejado claro en la ley de maltrato animal del 2016), o que las regule de forma tal que no impliquen el sufrimiento de los animales, como pretendía uno de los magistrados de la Corte.

Si cumplidos esos dos años el Congreso no legisla ni toma una decisión al respecto, las corridas y los otros shows con animales quedarán expresamente prohibidos porque por la decisión de la Corte Constitucional, hoy no hay ninguna ley que las excluya de la lista de conductas que deben ser sancionadas con penas de prisión que van de 1 a 3 años.

AVATMA. Asociación profesional formada por 437 veterinarios.

5 de febrero 2017.