
AVATMA, asociación profesional veterinaria, que trabaja por el bienestar de todos los animales y en contra de su maltrato, apoya la Manifestación que se desarrollará en Madrid el 17 de Noviembre de 2019 a las 12:00 horas, desde la Puerta del Sol hasta el Ministerio de Sanidad en el Paseo del Prado 17. Convocan FESVET y promotores de la manifestación del 17N.
Resulta inaceptable que nuestra profesión, que queda reconocida como sanitaria por la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, no tenga en la práctica tal consideración, limitando nuestras competencias en prevención y protección de la salud pública.
En España hay, según los datos del INE del año 2018, 33.207 veterinarios colegiados, de los que 30.530 se encuentran en activo.
Somos el eslabón que garantiza la salud animal, con un papel primordial en el triángulo «animales, humanos y enfermedades» con la finalidad de preservar «una sola salud». El 60% de los patógenos que nos afectan, los compartimos con otras especies animales, lo que nos hace garantes de la salud de todas ellas, desde los numerosos ámbitos en los que los veterinarios desarrollamos nuestra profesión en colaboración, en algunos de esos espacios, con médicos y farmacéuticos.
El enfoque es: “Un Mundo, Una sola Salud”. La defensa de la salud y la prevención de la enfermedad en las poblaciones humanas sólo es posible de forma integral junto con la prevención sanitaria en animales y medio ambiente. No se pueden separar las zoonosis, de los procesos patológicos de las personas, y de la sanidad ambiental.
Las enfermedades emergentes suponen en la actualidad un importante desafío, en cuya prevención y gestión sanitaria, los veterinarios deberían tener un papel responsable y fundamental. Desde AVATMA queremos recordar, a este respecto, la nefasta gestión del caso «Scalibur», por parte de las autoridades sanitarias, que en su momento denunciamos. La lista de virus emergentes que utilizan como reservorios a diversas especies animales, es larga: Virus Ébola, Marburgo, Lassa, Nipah, Hendra, Zica, Fiebre Hemorrágica Crimea Congo, Valle del Rift, Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, Síndrome Respiratorio Agudo Grave…
Los países que aplican una adecuada política veterinaria, con servicios veterinarios eficientes, están en las mejores condiciones de detectar rápidamente cualquier brote de enfermedad animal causada por la liberación natural, accidental o intencionada de patógenos.

Reclamamos al próximo gobierno que salga de las elecciones (10 de noviembre), que aborde el reconocimiento real de nuestra condición de profesionales sanitarios entrando a formar parte del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Reclamamos el reconocimiento de los centros clínicos veterinarios, como centros sanitarios de pleno derecho, lo que implica la reducción del IVA al 8-10% o la exención del mismo. Resulta paradójico que los veterinarios de animales de compañía sean profesionales sanitarios, pero los espacios en los que trabajan, las clínicas veterinarias, no lo sean.
Reclamamos el poder dispensar medicamentos y la prohibición de la venta on line de los mismos, así como la unificación de criterios a nivel nacional para el control, entre otros, de la rabia e identificación de los animales. Hay comunidades autónomas que vacunan todos los años, otras cada dos años, algunas, incluso, dos veces el primer año de vida, algunas a perros, gatos y hurones, en otras sin embargo no es obligatoria la vacunación (Galicia, Cataluña y el País Vasco). Para los veterinarios esta vacunación debería estar regida por una política general para que, obligatoriamente, todos los planes de erradicación de la rabia fueran iguales, con el mismo margen en todas las comunidades autónomas.
Reivindicamos la promoción de la Veterinaria de Salud Pública, incorporando estas competencias como prestaciones básicas dentro de la cartera de servicios del SNS, encuadrando a los Veterinarios Oficiales que las desarrollan como Facultativos Especialistas dentro de los Servicios Regionales de Salud, con el consecuente reconocimiento de la especialidad propia de Veterinaria de Salud Pública por el modelo de formación especializada en ciencias de la salud.
Los veterinarios también reclamamos un protocolo de agresiones externas e internas en los puestos de trabajo, para que se nos considere autoridades sanitarias, (como ocurre con otros profesionales del sector como médicos y otros sanitarios) en tanto reciben amenazas de clientes que en ocasiones llegan a la agresión física. Se trata de que el Código Penal deje claro que el veterinario es una autoridad sanitaria en el ejercicio de su profesión, es decir, que se establezca el reconocimiento debido como tal autoridad sanitaria.
El reconocimiento social de nuestra profesión no es el que los veterinarios esperamos dada la alta responsabilidad que tenemos. El veterinario es un profesional muy expuesto, con los mismos problemas que los médicos, pero con peor remuneración y un prestigio que los profesionales perciben a la baja. Una profesión en contacto continuo con la muerte y la enfermedad de los animales, con la eutanasia de los mismos y con una gran responsabilidad en cuanto a la contención de epidemias que puedan contagiarse a los humanos a través de la cadena alimenticia y que, sin embargo, no obtiene el reconocimiento debido, ni siquiera por parte de la Administración de la sociedad a la que sirve.
La aceptación de estas reivindicaciones, servirá, sin duda, para mejorar el bienestar de nuestros pacientes, permitiendo a sus responsables, nuestros clientes, recuperar la capacidad económica que tuvieron para atender adecuadamente los cuidados que demanden sus animales y las prescripciones que sus veterinarios consideren necesarias.
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