Tauromaquia y corrupción (I)

En el ”Caso Malaya” se vieron implicados cuatro “personajes” vinculados con el mundo del toro de lidia: Fidel San Román, acusado de blanqueo de capitales y de cohecho, los hermanos Ignacio y Manuel González Sánchez-Dalp, acusados de blanqueo de capitales, y José María González de Caldas Méndez, acusado de cohecho.

Fidel San Román es constructor, ganadero y propietario de más de treinta empresas vinculadas a diferentes tipos de negocio. Era accionista, dicen que mayoritario, de Taurovent, una sociedad que gestionó la plaza de toros de Las Ventas durante las temporadas 2005 y 2006, época en que Esperanza Aguirre era presidenta de la Comunidad de Madrid e Ignacio González su vicepresidente, que ocupaba, además, el cargo de presidente del Centro de Asuntos Taurinos. En Taurovent estaban también José Antonio Martínez Uranga (“Choperita”), su hijo Manuel Martínez Erice, y Ramón Calderón, que fue presidente del Real Madrid CF e íntimo amigo de San Román.

Podemos decir que Taurodelta, la empresa que gestionó Las Ventas posteriormente, desde 2007 hasta 2015, tenía prácticamente el mismo accionariado que Taurovent; evidentemente no estaba Fidel San Román, que fue encarcelado en junio de 2006 por el “Caso Malaya”. Estuvo 18 días en la cárcel tras pagar una fianza de 500.000 euros.

La concesión de la explotación del coso taurino madrileño a Taurovent estuvo rodeada de polémica e incluso se habló de que Fidel San Román pudo ser el que financió el “Tamayazo”. A las denuncias de la concesión por parte de una amplia representación del sector taurino, se añadieron otras dos: una por parte de la empresa que gestionaba los bares del coso taurino, que acusó a los empresarios de haberles hecho pagar 50 millones de pesetas en dinero B, y otra por parte de la empresa que gestionaba la comunicación.

Fidel San Román controlaba un amplio abanico de empresas, la mayoría relacionadas con el “ladrillo”: Edificaciones Tifán, Sanadi, Urbanización y Obras Civiles, Promociones Afinsa, Promociones Manrosan, Rozas Industrial, Zoco Centro, Madoal, Promotora Monte Lomas, Residencial Los Torreones, Villa Rozas, El Cantizan, Navalaencinilla, Promociones Nortifan, Hostelera de Inversiones, Villarozas, FR Promociones del Suroeste, Proyectos y Análisis de Mercados, Construcciones Elemar … Estas empresas se vinculaban con promociones inmobiliarias, gestión del suelo, desarrollo urbanístico, obras públicas, actividades agrícolas y ganaderas, estaciones de servicio y campos de golf, como el de la “Dama de Noche”, en la milla de oro de Puerto Banús. Parece ser que algunas de ellas estaban a nombre de fiduciarios y testaferros. En este enlace tienes los nombres de muchas otras.

Además, aparece vinculado con una fundación dedicada a la atención de personas afectadas por el síndrome de West, una enfermedad neurológica infantil, que ha recibido fondos de festivales taurinos y que cuenta entre sus patrocinadores con personas vinculadas al mundo del toro de lidia.

En este enlace tienes amplía información de las “hazañas” urbanísticas de Fidel San Román.

San Román fue acusado de blanqueo de dinero y de cohecho en relación con el tráfico de influencias y la prevaricación, aunque en su defensa dijo haber sido chantajeado para la obtención de las últimas licencias de autorización para la venta de una urbanización que había construido en Marbella. El pago fue de algo más de 3 millones de euros, aunque eso sí, reconoció que lo abonó con dinero “blanco”. Confesó haber entregado ese dinero a Antonio Roca que, “casualmente”, era el propietario de los terrenos sobre los que San Román levantó la urbanización; “casualmente” los terrenos tenían la calificación de “rústicos”; “casualmente, en 2005, ya había comprado otras dos fincas que eran de Antonio Roca. La realidad es que Roca, en calidad de asesor de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, cobraba las “mordidas” de los constructores y las repartía entre varios bolsillos, los suyos y los de jueces, policías y políticos corruptos.

En 2016, Fidel San Román ya había saldado sus cuentas con la Justicia: la Audiencia Provincial de Málaga le condenó por un delito continuado de cohecho a 8 meses de prisión y una multa de 750.000 euros. Los 8 meses de cárcel los saldó con el pago de 4.800 euros, a razón de una cuantía diaria de 10 euros y el pago de las costas judiciales, que ascendieron a 14.000 euros. La concesión de rebaja de penas se debió a su colaboración con la Justicia, ya que inculpó al principal acusado, Antonio Roca, que en su defensa alegó que esos pagos, los algo más de 3 millones de euros, los recibió por “trabajos de asesoramiento”. La petición del fiscal había sido, en un principio, de 9 años de cárcel y 48 millones de euros de multa.

En el “Caso Malaya” también estuvo implicado el arquitecto y empresario, José María González de Caldas, propietario de la ganadería «Aldeaquemada», que negó haber entregado dinero a Roca por la obtención de una licencia de primera ocupación para una promoción en la localidad de Marbella. Al parecer, éste, junto a Fidel San Román, Tomás Olivo, y Rafael Gómez (Sandokan), fueron los promotores que más viviendas levantaron en Marbella durante la década de los gobiernos del GIL.

San Román era un perfecto desconocido en el mundo del toro de lidia, hasta que aparece como accionista de Taurovent, la empresa que se hizo con la gestión de Las Ventas (2005-2006). Le debió gustar el mundo del maltrato animal legalizado, porque en 2004 compró la ganadería de los Hermanos Guardiola Domínguez, ubicada en una finca en Robledo de los Osillos, en Los Yébenes (Toledo), que puso a nombre de una de sus empresas “Edificaciones Tifán”, receptora de numerosas subvenciones de la Política Agraria Común (PAC). Precisamente la compra de terrenos a Roca en Marbella, la hizo a nombre de esta empresa.  Se dice que en “Edificaciones Tifán” trabajaba la hija de Franco, Carmen Franco Polo, y que, en otra inmobiliaria del mencionado constructor, trabajó Francisco Franco y Martínez Bordiú (“Francis” para los amigos), un nieto del dictador y reconocido cazador furtivo. Otras fuentes de información revelaban que Carmen, la nieta de Franco, era propietaria de una serie de acciones que vendió a esa empresa inmobiliaria de forma un tanto fraudulenta, por lo que fue condenada por la Justicia. Es más, se dice que Franco le vendió a San Román algunas fincas en el municipio de El Pardo. Los vínculos de San Román con los Franco parecen quedar claros en este artículo. “Casualmente”, el suelo de un basto terreno en “Valdelasfuentes”, en el que se levantaron diversas viviendas protegidas por parte de la gestora Bitango, era de Edificaciones Tifán. El planteamiento urbanístico de “Valdelasfuentes” y la gestión de ese sector lo asumieron Edificaciones Tifán y Promociones del Suroeste, empresas compartidas por los Franco y San Román. En esta última figuraba como presidente Francisco Martínez Bordiú y como expresidenta Carmen Franco Polo.

Además, en 2005, compra la ganadería “El Ventorrillo”, de Francisco (Paco) Medina, que en una entrevista reconocía que San Román le pagó dos mil millones de pesetas por su venta.

 –Te vendo la finca y la ganadería…, planteó Paco. Y yo te la compro, ponle precio…, respondió Fidel. Dos mil millones de pesetas… La cifra no asustó a nadie como confirma la respuesta inmediata. Mía es…

Esta ganadería tuvo numerosas subvenciones de la Unión Europea, a través de la Política Agraria Común, y estos días hemos leído que desaparece por las ruinosas consecuencias económicas de la Covid 19.

Los hermanos González Sánchez Dalp, hijos del torero Manolo González Cabello (que fue apoderado de Espartaco), acusados de blanqueo de capitales, vendieron una ganadería, de nombre “San Miguel”, a Antonio Roca, por 70 millones de pesetas, según ellos y 55 millones, según el fiscal. Esta explotación ganadera, estaba a nombre de Perinal SL, siendo los hermanos sus administradores, pero, “curiosamente”, el informático y contable de Roca, también formaba parte del consejo de administración de esta sociedad, con el cargo de apoderado. De hecho, Perinal Sl, creada en marzo del año 1997, era en realidad propiedad de Antonio Roca, al haber sido “adsorbida” en 1999, por una sociedad de este último, de nombre “Inmuebles Urbanos Vanda” (después se llamó “Vanda Agropecuaria”) que, “curiosamente”, es la que adquirió la ganadería. ¿Podemos decir que Roca era el propietario de la ganadería y que se la compró a si mismo para blanquear dinero y que los hermanos eran sus testaferros? Creo que sí, que podemos o si no, algo parecido. Los hermanos González Sánchez Dalp siguieron siendo administrados a pesar de que la sociedad ya no era suya. Uno de estos dos hermanos, en concreto Manuel, fue el apoderado del torero Francisco Rivera Ordoñez, mientras que el otro lo fue de Curro Díaz.

Además de la ganadería “San Miguel”, los hermanos tienen otras, heredadas de su padre y de su madre, la conocida como “Manolo González Cabello” y la denominada “Hermanos González Sánchez Dalp”.

La dehesa «Quinto o Monte de San Miguel» (en realidad era propiedad de Socorro Sánchez Dalp, propietaria del mítico hierro de Juan Belmonte, y esposa de Manuel González Cabello), se encuentra ubicada en Aracena (Huelva), y cuenta con 1.200 hectáreas, de las que 200 son coto de caza. Esta finca fue embargada por un banco, y puesta a la venta en el año 2017, por 12 millones de euros. No estuvo mucho tiempo en el mercado. En septiembre de ese mismo año, fue adquirida por otro ganadero, el propietario de «El Parralejo» en Zufre (Huelva), José Moya Sanabria, el millonario presidente de Persán que, además de los toros, tiene otras ocupaciones, como la compra de determinados edificios emblemáticos.

“Curiosamente”, después de toda la información que he recogido y que os he contado, los hermanos González Sánchez-Dalp fueron absueltos o eso es lo que decían Mundotoro y Aplausos en el año 2013. Lo cierto es que en el documento de la sentencia, no aparecen como acusados. Es posible que esta “curiosa transacción” comercial, que acabó con la venta y reventa de una dehesa, no se considerara que tenía algo que ver con los “pelotazos” del ladrillo y sus partícipes, que es lo que realmente se juzgó en el “Caso Malaya”. Si estuvieron sentados en el banquillo de los acusados y fueron sentenciados, Fidel San Román y González de Caldas.

Este último fue condenado a 6 meses de cárcel, que evitó pagando dos multas, una de 10.800 euros y otra de 30.000 euros. Era propietario de la promotora Taurotoro y fue presidente del Sevilla CF en 1996, representante de varios toreros y el que preparó la vuelta a los ruedos de Ortega Cano.

De otras de las andanzas de San Román, dan cuenta en este medio de comunicación, vinculándole con la corrupción y la financiación del PP en Navalcarnero a través de su empresa Edisan y la construcción de la plaza de toros en ese municipio madrileño. De un precio de licitación de 15,6 millones se pasó al de 22,28 millones de euros.  

En nuestro informe Tauromaquia y PAC hemos dejado constancia de las subvenciones que estos ganaderos del toro de lidia, vinculados al sector inmobiliario o viceversa, recibieron durante los años 2002-2013 y 2018-2019:

Ganadería El Ventorillo.

Edificaciones Tifán Sl (desde 2005). Antes: Francisco Medina Aranda (Ganadería El Montecillo) que se la vendió en 2005 a Fidel San Román y éste la puso a nombre de Edificaciones Tifán Sl.

2001-2013: 1.179.592 euros

La ganaderia de Fidel San Román (antes Hermanos Guardiola Domínguez), es propiedad de la misma inmobiliaria.

Ganaderías González Sánchez Dalp

A nombre de los miembros de esta familia, hay o hubo, varias ganaderías: «San Miguel» o «Toros de Jarrama» (a nombre de Agrícola El Tamarguillo), «Hermanos González Sánchez-Dalp» (a nombre de Fundaplata) y Manuel González Cabello. He encontrado otra sociedad, de nombre “FincaQuinto”, en la que aparecen todos los miembros de la familia ocupando diferentes cargos.

2003-2013 y 2018-2019: 699.516 euros

Ganadería Aldeaquemada José María González de Caldas (a nombre de Babor Caldas y Cía)

2008-2010 y 2018-2019: 1.410.854 euros

Fin del capítulo I de “tauromaquia y corrupción”.

José Enrique Zaldívar Laguía. Presidente de AVATMA